Algunas veces los golpes de la vida nos ayudan a verla de
una forma más clara y así aportar un granito de arena para que esta tenga un
sentido y un propósito, esto le sucedió a Diana Pírez una cozumeleña de 29
años, que ante la tragedia de perder a su tía a causa del cáncer de mama,
decidió enfrentar su dolor ayudando a mujeres que cursan o están en remisión de
esta enfermedad, donando sesiones de tatuaje, para embellecer esas cicatrices
que se acumulan en el cuerpo de estas pacientes.
Ella desde pequeña le
apasionaba dibujar, por lo que decidió estudiar artes, graduándose como Licenciada
en Artes Visuales y Mediáticas en el CEDIM, en Monterrey.
En el proceso se
especializó en causas relacionadas a las mujeres, realizó sus prácticas en el
DIF, además participó en exposiciones en
contra del maltrato a la mujer y entró a una bienal de fotografía en la ciudad
de Puebla relacionada con el mismo tema.
Se dedicó a la fotografía
por varios años, pero los tatuajes le llamaron siempre la atención; comenzó de forma autodidacta practicando en
piel sintética desde hace dos años. Aunque reconoce que no lleva tanto tiempo
dedicándose de forma profesional al tatuaje, sabe que tiene la mano suave y el pulso firme, para lograr excelentes
trabajos.
Su pasión por el diseño y
su trato cálido a los clientes, ha provocado que su negocio vaya creciendo día
con día, por lo que se muestra agradecida y lo demuestra mediante este
proyecto; tener un canal de difusión y
ayuda a las mujeres que han sobrevivido al cáncer de mama, ya que considera que
los tatuajes pueden sanar heridas tanto físicas como emocionales.
Como toda exitosa mujer
moderna, maneja sus redes sociales,
diseña, agenda citas y recibe personalmente a su clientela. Es un trabajo
abrumador pero cree firmemente que el trato personalizado, hace que las
personas sientan que su tatuaje es tan importante para ellas como para Diana, la
atención que les da es la que se merecen y eso es precisamente lo que la
distingue de los demás tatuadores.
A Diana siempre le ha
interesado contar historias, sus propias viviencias, por lo que inspirándose en
el caso de su tía Diana que perdió una larga batalla contra el cáncer de seno,
encontró en los tatuajes la forma de honrarla y al mismo tiempo ayudar a otras mujeres a embellecer sus cicatrices.
No busca cubrirlas, porque
cuentan una historia de lucha y superviviencia, por lo que es más bien una
manera de enaltecerlas.
Curiosamente prefiere
tatuar cosas muy femeninas, acuarela sobre todo, pero también técnicas más tradicionales, con
temáticas florales y aves como colibríes y golondrinas, siempre en tonos suaves y en colores pastel, que
resaltan el lado femenino, pero sin olvidar la fortaleza de las mujeres.
Su deseo más adelante es
especializarse en tatuar pezones que luzcan realistas, y aunque sabe que estas
ideas no son completamente originales, si las ve como inspiración para lograr
cosas en México, ya que desgraciadamente aquí todavía es tabú la enfermedad y
lo que es peor, el enfermo; es por esto que hace mucha falta este tipo de
proyectos, sobre todo ahora que la cultura del tatuaje está cambiando para
bien.
Si estás interesada o conoces a alguien que desee la
donación de un tatuaje oncológico, comunícate con Diana Pírez
facebook: facebook.com/tatuajesunicelular
twitter:
sritaunicelular
que hermosa flor como se llama
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