La fatiga es difícil de describir. Te sientes como si no te quedara energía y estuvieras cansada todo el tiempo, pero esto no tiene una causa específica. No estuviste haciendo diligencias todo el día, entrenando ni haciendo alguna tarea agotadora. Cuando estás cansada por esfuerzo físico, si duermes lo suficiente por la noche, sueles sentirte mejor al otro día. Si tienes fatiga, por lo general te sientes cansada todo el día y pierdes interés en tu familia, amigos y las cosas que normalmente te gustan.
La fatiga es el efecto secundario más común del tratamiento de cáncer de mama. Algunos médicos estiman que 9 de cada 10 personas experimentan cierta fatiga en algún momento del tratamiento. La fatiga debida al tratamiento puede aparecer repentinamente y en cualquier momento, y suele ser abrumadora. El descanso no alivia la fatiga y esta puede prolongarse muchos meses después de terminar el tratamiento.
En esta sección, puedes leer sobre cómo reconocer la fatiga, las posibles causas de esta y las medidas que puedes tomar para sobrellevarla.
¿Cómo reconocer la fatiga?
Tal vez pienses que solo estás cansada, pero si tus sentimientos de apatía y desinterés duran semanas, probablemente tengas fatiga. Los siguientes son síntomas de fatiga:
- falta de energía
- dormir más
- no querer o no poder hacer actividades normales
- prestar menor atención a la presentación personal
- sentir cansancio incluso después de dormir
- dificultad para pensar o concentrarse
- dificultad para hallar las palabras o hablar
Formas de sobrellevar la fatiga
Si crees estar experimentando fatiga, habla con tu médico. De ser posible, bríndale a tu médico información específica sobre la fatiga. En lugar de decir "estoy cansada todo el tiempo", dale un ejemplo como "me canso cuando subo los cinco escalones para llegar a mi oficina".
Dado que existen tantas causas de fatiga, no hay un solo medicamento que pueda aliviarla. Juntos, tú y tu médico pueden encontrar modos de reducir la fatiga.